Reseña: From the World of John Wick: Ballerina (2025) — Estilo sin palabras, violencia con propósito

Ahora que From the World of John Wick: Ballerina (2025) ha llegado a video-on-demand, llega el momento de preguntarnos si este nuevo capítulo del universo de John Wick aporta algo más que nombres conocidos y coreografías estilizadas. La respuesta es: sí… pero con matices.

Las películas de John Wick siempre se vieron, superficialmente, como una saga sobre venganza por un perro. Y aunque eso fue el detonante, lo que sostenía esa historia era una exploración de la rabia contenida, del dolor profundo que vive en alguien que ha intentado dejar atrás la violencia, pero que, en el fondo, nunca podrá escapar de ella. Claro, nada de eso importaba mucho cuando estábamos ahí para ver a Keanu Reeves usar su pistola como nadie lo ha hecho en pantalla.

Y así llega From the World of John Wick: Ballerina (2025), que cambia el perro por la muerte de un padre y nos ofrece una historia de venganza completamente predecible. El elenco es impresionante en teoría, pero en la práctica entrega actuaciones apagadas, como si todos estuvieran esperando a que empiece la verdadera razón por la que vinimos: la acción. El guion no es terrible, pero tampoco tiene alma. Los diálogos solo nos informan: esto pasó, esto se siente, esto se hace. Nada más. Tyler Bates, compositor habitual de la saga, aporta una banda sonora que no deja huella.

Pero, sinceramente, nada de eso importa.

Porque estamos aquí para ver a Ana de Armas usar granadas como nunca antes lo habías visto.

Y en eso, From the World of John Wick: Ballerina (2025) no decepciona. Cuando la película por fin entra en modo acción, todo cambia. La dirección, las actuaciones, la fotografía… todo se eleva. Las coreografías son precisas y brutales, la cámara se mueve con fluidez entre los disparos, y la edición es limpia, rítmica, hipnótica. La violencia se convierte en lenguaje. Y lo más interesante es que, durante estas secuencias, el diálogo prácticamente desaparece. Donde otros filmes meterían una frase o una broma, From the World of John Wick: Ballerina (2025) opta por el silencio, por el peso del movimiento, por la narrativa visual. Es una apuesta parecida a la que George Miller ha hecho en sus más recientes entregas de Mad Max, donde la acción es la historia.

Sí, hay que soportar un tramo inicial dedicado al pasado de Eve Macarro, que no tiene mucho peso emocional ni originalidad. Pero si logras atravesar esa parte, el resto es un espectáculo imparable, sangriento, estéticamente impecable.

Y si nada de eso logra venderte la película: Tiene un duelo con lanzallamas y es mejor de lo que puedes imaginar.

From the World of John Wick: Ballerina (2025) no redefine el género, ni intenta filosofar demasiado. Pero cuando decide hacer lo que vino a hacer, lo hace con una precisión y estilo que pocos logran alcanzar. No es perfecta. Pero cuando baila… baila con fuego.